Como alguien que pasa demasiado tiempo sentado delante de la televisión, recibo prolongados anuncios publicitarios, mucho más de lo que me correspondiera – tanto, de hecho, que me olvido de lo que estaba viendo antes de que la encendiera. Introducidos entre relucientes nuevos coches y teléfonos móviles están siempre anuncios de yogures y bebidas que hacen todo tipo de afirmaciones dudosas sobre cómo ayudar a favorecer la digestión. Citan estudios científicos y se sirven de nombres latinos para describir cómo su cuerpo no puede prescindir de sus envases muy bien empaquetados de yogur. Yo no lo tomo al pie de la letra, pero me he dado cuenta de que otros sí. De hecho, hay una tendencia preocupante por parte de las personas que consumen estos productos a creer que tienen beneficios para la salud.
Algunas empresas como Danone han sido objeto de numerosas violaciones de normas de publicidad en el Reino Unido, EE.UU. y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria por afirmaciones sin fundamento, lo que le ha conllevado a una posterior prohibición de sus anuncios. Un anuncio de televisión en 2009 sobre la bebida Actimel yogur probiótico fue prohibido en el Reino Unido por sugerir que protege a los niños de caer enfermos y Danone tuvo que gastar 35 millones de dólares ofreciendo reembolsos a los clientes que supuestamente fueron engañados por el etiquetado de una bebida probiótica similar.
Entonces, a la luz de toda esta palabrería (de todos estos bulos) sobre este tipo de bebidas, ¿y si se puede conseguir beneficios de estos seductores yogures?
La medicina oriental tradicional clasifica los alimentos según el gusto y la temperatura, y el yogur, al igual que la mayoría de los productos lácteos, se encuentran firmemente en la sección de comida fría y dulce / agria. Esto significa que cuando entra en el estómago, tiene una acción de enfriamiento no sólo en el estómago, sino en el cuerpo en su totalidad. La combinación de dulce y amargo hace que el yogur sea más lento de digerir puesto que el estómago tiene que trabajar más. Esto significa a menudo que hay una acumulación de lo que se conoce como "Humedad' en la medicina oriental. Esto significa que hay un exceso de humedad, que tiene que ser almacenado en el cuerpo - esto podría ser en forma de grasa, colesterol, síntomas como hinchazón y náuseas, etc.
Para algunos de nosotros esta combinación de dulce / agrio y frío puede ser bueno. Cuando el equilibrio del yin o yang en el cuerpo se balancea demasiado hacia el yang, hay una tendencia al calor y la sequedad y esto se conoce como “deficiencia de Yin”, o cuando hay un patrón de calor en el estómago u otro órgano causado por alimentos demasiados calientes o energía atascada. Comer yogur puede ser beneficioso en la reducción de calor y la reposición de fluidos corporales.
Para otros, lejos de ayudar a la digestión, el consumo regular de estas bebidas en realidad puede hacer que sea mucho peor. Cualquier persona con un estómago "débil" o un desequilibrio que conduce a la deficiencia de Yang o con condiciones de frío, especialmente cuando éstas afectan al estómago y los intestinos, lo último que necesita es más alimentos húmedos y fríos. Estos alimentos pueden ralentizar la digestión, se suman al frío ya presente y causan dolor debido a la contracción de los músculos y los tendones. Algunos patrones de SII (Síndrome del Intestino Irritable), por ejemplo, son causados por el frío y el yogur puede agravarlo.
Así que tenga cuidado y use un poco de sentido común con estas bebidas de yogur. Recuerde que las empresas multinacionales que las fabrican están más interesadas en una irrisoria ganancia que en su salud a largo plazo.
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